Hace unos cuantos años, conocí a un niño que recibía las tormentas, saltando en los charcos, sin esconderse, levantando las manos hacia arriba como quien recibe un regalo. Un niño con tanta imaginación, que hacia de cajas de cartón sus castillos de dragones y con pinzas sus armas de guerra.

Ese niño aprendió a montar en bicicleta acosta de lesionar ha su padre y desollarse las rodillas en la arena. Un niño gordito, de muchas inquietudes, con las rodillas siempre marcadas, pero que nunca paro por esto de jugar y sonreír.

Hoy 17 de Enero de 2019, ese niño cumple 40 años¡¡¡. Lo tengo tan gravado en mi cabeza que incluso me da vértigo. 40 años, 40 vueltas al sol, 40 veranos vencidos y la verdad, se dibuja una sonrisa en mi cara por todo lo conseguido. Quizás este pasando la famosa crisis de los 40, ahora siento que debo escribir, todo o casi¡¡ de lo que siento.

Cambio de numero; cambio hacia lo que uno desea, o la verdad hacia lo que a cada uno nos permiten ser. 40 años de experiencias vividas, crecimientos personales, dudas, miedos e inquietudes, pero también de nuevos retos.

En estos primero 40 he tenido que aprender tantas cosas¡¡ ser pareja , ser padre (reto que sigo aprendiendo), pero todo ello a tenido que formar parte de mi, para completar quien soy ahora; Y para que tenga sentido, espero a este niño dentro de otros 40¡¡.

 

-TODOS TENEMOS DOS VIDAS. LA SEGUNDA COMIENZA CUANDO NOS DAMOS CUENTA DE QUE SOLO TENEMOS UNA-

Un comentario sobre “40 vueltas al sol

Deja un comentario